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Cultura y Turismo

Museo Arqueológico e Histórico de la Tercia

Museo Arqueológico e
Histórico de la Tercia

HORARIO
Mañanas: 10 – 14h (de martes a domingo)
Tardes: 17 – 19h (jueves, viernes y sábados)
Cerrado: lunes (descanso semanal)

CONTACTO
C/ Beato Fray Domingo de Henares 5,
(Edificio Casa de la Tercia)
957 665 101

El Museo está instalado en la llamada Casa de la Tercia, ubicada en pleno casco histórico de la localidad. Se trata de un edificio construido entre los años 1792 y 1795 para almacén de grano y semillas y como bodega de aceite. Estaba destinado a reunir la parte de los diezmos eclesiásticos y demás rentas correspondientes a la Corona.

En el año 1841 la supresión definitiva de las rentas pagadas a la Iglesia, tras la Desamortización de Mendizábal, hizo desaparecer el uso previsto para el edificio, que pasó a propiedad particular. A comienzos del siglo XX se adaptó y usó como posada y durante la guerra civil entre 1936-1939 se utilizó como cárcel.

Desde el año 1960 el Ayuntamiento fue arrendatario del inmueble hasta que en 1984 lo incorporó al patrimonio municipal, siendo objeto de una reforma importante. Está situado en la C/ Santo Domingo de Henares, 5 próximo al Ayuntamiento.

El Museo fue inaugurado en 1999 y se instaló en la planta primera. Por Orden de fecha 7 de febrero de 2000, se acordó la creación e inscripción del Museo Histórico de Baena (Córdoba) en el Registro de Museos de Andalucía (BOJA núm. 35, de 23 de marzo de 2000).

Durante el año 2010 el edificio experimentó una importante rehabilitación como sede del Museo, siendo reinaugurado en febrero de 2011. Cuenta entre sus fondos con importantes colecciones de arqueología, la mayoría procedentes de las excavaciones realizadas en el yacimiento de Torreparedones, de las que destacan especialmente el conjunto votivo del santuario y las esculturas romanas del foro romano.

Un edificio emblemático
La Casa de la Tercia es, sin duda, uno de los edificios civiles más relevantes del conjunto urbano baenense. Sus vastas dimensiones y su imponente aspecto la convierten en uno de los emblemas arquitectónicos de la provincia.

La fachada principal, en la que se abren numerosos y simétricos vanos protegidos por gruesas rejas, se levanta sobre alto zócalo de piedra y se encuentra decorada con un trampantojo imitando sillares almohadillados.

En la parte central presenta una portada barroca con frontón partido desde la que se accede a la zona de atención al público, a la sala I y a las amplias escaleras que conducen a los pisos superiores.

Al fondo se encuentra un gran patio porticado, sin duda, el elemento más característico del conjunto arquitectónico, donde vuelve a ser protagonista el trampantojo simulando guirnaldas, balaustradas y otros elementos arquitectónicos.

Las dos primeras plantas se encuentran porticadas en tres de su flancos, con arcos de medio punto sobre pilastras de piedra y ladrillo, mientras que la tercera presenta una galería que recorre todo el perímetro y soporta su cubierta en pequeñas columnas de hierro con sus respectivas zapatas. Alrededor de estas galerías se abren las distintas salas y dependencias del Museo, siendo especialmente relevantes de la planta inferior cubiertas con bóvedas de arista.