Carmen Caraballo, Baenense afincada en Cataluña cumple 100 años
25 · Jul · 2017 | Actualidad
Compartimos con vosotros una bonita historia que nos ha hecho llegar Jordi, el nieto de Carmen Caraballo, baenense que acaba de cumplir 100 años, afincada en Cataluña y que no se olvida de su pueblo , con la ilusión de que algún familiar o amigo pueda reconocerla al leer estas líneas.
Desde el Ayuntamiento de Baena nos sumamos a esta felicitación y damos la enhorabuena a esta vecina de la localidad que, como tantos otros, tuvieron que emigrar en busca de una vida mejor hace medio siglo y que nunca se han olvidado de su tierra.
Mi nombre es Miguel López Caraballo, soy el menor de tres hermanos habidos del matrimonio formado por nuestros padres Francisco López Ávila y Carmen Caraballo Rojano.
Mi hermana Asunción es la mayor con 76 años, después viene mi hermano Francisco con 73 y yo Miguel, con 69 años, todos nacidos en Baena, donde vivimos hace años en la Calle Puerta de Córdoba nº 12.
Mi abuelo paterno tenia una panadería en Baena y le llamaban “Frasquito el del horno”, y el abuelo materno tenia un bar, se llamaba Miguel Caraballo León. Juntamente con mi abuela materna “mamá Adela”, regentaban el bar y tenían casa en la calle Calderos.
En aquellos tiempos las cosas fueron mal y mis padres se vieron obligados a buscar una solución, la cual fue vender la casa y marchar a Catalunya, en Tortosa, província de Tarragona. Esto ocurrió sobre el año 1951 donde había trabajo, y aquí siguieron la lucha para sacar la familia adelante, alimentarnos, vestirnos y educarnos.
Mi padre trabajó de panadero, de peón y de albañil, y de lo que hizo falta. Mi madre, lavanda ropa en una clínica, donde toda la ropa pasaba por sus manos. Mi padre hace años que falleció, que Dios le tanga en su gloria, y mi madre aún vive gracias a Dios. Ella siempre ha gozado de buena salud, siendo positiva y alegre, recordando las costumbres y tradiciones de su pueblo.
Cuando podía nos hacía pestiños para celebrar la semana santa de Baena, dónde un año tuve la suerte de presenciar, juntamente con mi esposa sus procesiones y sus bellísimos pasos. Los tambores y las cornetas, y los romanos Coliblancos y Colinegros.
Mi madre también tiene devoción a Jesús el Nazareno, y a pesar de su edad aún se acuerda y nos recita versos de su juventud quinceañera. Y aunque se acuerda de Baena, también está agradecida de la acogida en Catalunya y de sus buenas gentes.
Tiene siete nietos, una nieta, tres biznietos, dos biznietas y otra que está en camino.
El pasado día 6 de este mes de julio cumplió 100 años, por este motivo le hicieron un homenaje, para felicitarle por su larga vida, en el hospital de la Santa Creu de Jesús (Tortosa), donde está ingresada desde hace casi seis meses. Gracias al cuidado de los médicos, enfermeras y todo el personal del centro ha conseguido ir ganando las batalles y seguir viviendo.
No olvidaremos ni olvidará lo contenta que estaba con sus ramos de flores y una placa conmemorativa de su centenario, donde en el transcurso del mismo llegó a recordar a su pueblo natal, preguntando: “¿Me van a ver en Baena?”
Les saluda atentamente,
Miguel López